En Salva Terra aunamos conceptos como el impacto social, el desarrollo sostenible y el cuidado por el medio ambiente a través de la implementación de huertas orgánicas mineralizadas; contribuyendo con ella a la seguridad alimentaria de las poblaciones que impactamos.

Como Fundación trabajamos con y por las comunidades, generando beneficios gracias al autoconsumo de alimentos orgánicos que se producen, además de los beneficios económicos graduales  que se generan a través de la venta de excedentes de producción, aprovechando los residuos orgánicos que se generan en las viviendas para la creación de sus propios insumos y aprovechando el material reciclable para la elaboración de huertas verticales (como institución actualmente trabajamos con sistemas biointensivos en madera plástica).

Todo lo anterior está transversalizados por un componente que para la Fundación es vital, la educación, ya que ello permite brindar conocimiento, dejando con ello capacidad instalada en cada persona. Ese es y seguirá siendo parte de nuestro horizonte.